Cosas que prometí no hacer otra vez en pareja (pero caí como una tonta)
Cuando estás fuera de una relación ves las cosas con una claridad pasmosa. Como el agua, ay, como el agua… Lo que pasa es que, cuando estás dentro de la relación, cuando estás en pareja, ese agua tan transparente que veías desde fuera, se enturbia.
Y ojo, no se enturbia porque haya nada chungo, se enturbia porque tu cerebro está en un proceso de enajenación mental profunda del que saldrá unos meses más adelante. Y esto, queridas, es inevitable.
Cuando nos enamoramos loca y perdidamente, pasa un poco eso. Es como si cruzasemos una puerta y viésemos las cosas de otro color. Las cosas que desde fuera veíamos claras, las vemos ahora diferentes. De hecho, las vemos color de rosa.
La turbiedad esa, queridas, es rosa. No es marrón caca.
Y claro, caes. Pero caes con todo el equipo. Así que yo voy a contaros las cosas en las que, la última vez que salí de una relación dije que no iba a hacer más y aquí estoy comiéndome mis palabras.
Que no iba a tener una relación a distancia
A ver… Mucha distancia, tampoco es. Además, tenemos casas y facilidades varias, nos vemos mucho. Pero no deja de ser una relación a distancia, y me como lo que dije con patatas.
Que me iba a tomar las cosas con calma
Bueno, pues por obra y gracia de la pandemia, en ocho meses de relación hemos estado prácticamente conviviendo cuatro.
Echa cuentas.
Conocer a sus padres antes de 3 años
No tengo muy claro que esto valga porque en realidad ya los conocía, pero yo había dicho que no me iba a involucrar con la familia de una pareja con la que llevase menos de 3 años, y resulta que en 8 meses ya he pasado la nochevieja con ellos.
Chimpún.
Que él conociera a mí madre antes de tres años
Lo mismo, pero a la inversa. No sólo la conoce, sino que mi madre le mima más que a mí. Cuando viene a casa le compra cervezas y le hace cachopos.
Otra en toda la frente.
Que no iba a ilusionarme demasiado
Esta la puse en mi lista y cuando me metí en todo el mundo de la sexología, el sexo y los deseos, la quite. Pero como decir, lo dije, ahora apechugo con ello. Donde dije digo, pues digo Diego.
Cuando salí de mi ultima relación, me dije que iba a tener más mesura con las ilusiones. Que se las iba a dejar a La Vecina Rubia. Me prometí que no me iba a volver a dejar llevar así. Que iba a intentar moderarme, por qué siempre salía escaldada.
A los dos días me hacía el chichi Pepsi cola. Porque claro, esas cosas no se controlan.
Hay muchas otras cosas que dije y cumplí
Sobre todo, aquellas que tienen que ver con el amor propio. Pero hay otras en las que, con el paso del tiempo y las circunstancias, hacen que te replantees las cosas.
A veces, quieres llevar las cosas despacio y viene una pandemia y te encierra en casa. Con él. Y encima, como sois todos del mismo sitio, ya conoces a padres, primos, tíos, vuestras historias y cosas varias.
Asi que, ¿moraleja? Las cosas vienen como vienen, y si estás cómoda no dejes que los fantasmas de tus relaciones pasadas condicionen tu presente.