Querido diario: del pechamen va la cosa
Querido diario:
Hoy vengo a hablar de tetas.
Yo no tengo ni muchas, ni pocas. Tengo dos, como (casi) todo hijo de vecino. Y las tengo de un tamaño moderadito. Ni mu grandes ni mu pequeñas. Lo justo, vaya.
¿Alguien me explica como, aun así, pueden dar tanto por culo?
Cuando más me dan la vara es cuando estoy en la cama. Con lo que a mi me gusta dormir boca abajo y lo mucho que me cuesta porque no soy capaz a encontrar postura sin que parezca que me voy a mover y me voy a arrancar una mamella de un tirón.
Las tetas deberían ser viscolásticas, como las almohadas de LoMonaco, que por la noche cuando las aprietes se contrajesen, y cuando dejases de apretarlas volviesen a su forma original.
Sería mucho más cómodo para todos. Digo yo.
Además, grandes o pequeñas, duelen por igual. No se a ti, pero a mi me duelen mucho cuando me va a venir la regla. Los sujetadores son incómodos y si no te pones uno la gravedad hace su efecto y te acaban rozando por abajo.
Por no hablar de intentar correr, saltar, ejercitarte, CAMINAR AL BAÑO DE NOCHE.
Todo problemas. No entiendo la gente que se opera para ponerse 3 kilos en cada una. Eso debería estar penado por la ley, con la lata que dan.
Quien quiera ponerse pechotes de más, que me llame que yo le hago un trasbase, porque a mi no me da la vida.
Y hay algo de lo que no habla nadie, pero alrededor de los pezones hay pelos, que como no te los quites con piza vas guapa. Eso sí que es un tabú y no los pezones en el Instagram. A propósito de esto último: Mark Zuckenberg, macho, free the puto nipple, que estamos en el siglo XXI y cualquiera lo diría.
No se, a mi todos o casi todos los pezones me parecen iguales. Sus más, sus menos. Más grandes, más pequeños. Unos galleta maría, otros galleta gullón. Pues yasta, nadie se va a asustar. Déjate de historias y libera los pezones de una vez, que me parece que a nadie le ha dado un infarto por ver uno. Y si le da pues se habrá ido a mejor vida a gustito. Digo yo.