Deja de meterte donde no te llaman.
Tan cierto como tú, que dirían las musas de Hércules, que empiezo a pensar que no estoy hecha para tener pareja.
Lo pienso y me entra un no se qué que qué se yo por dentro que bah, no me inspira. No me apetece. Me da perezuca. Que igual llega alguien que me haga cambiar de opinión, pero me cuesta creerlo.
No pasa nada, eh, nadie se ha muerto por el hecho de no querer emparejarse y vivir el ritual monógamo. Ni significa que nunca, jamás de los jamases, vaya a querer tenerla. O sí, quien sabe. Solo digo que, ahora mismo, no me apetece.
Pues coño, déjame en paz. Si te digo que no me apetece tener pareja, no me vengas con mamonadas.
No quiero que me digas cosas con las que me apetezca sacarte los ojos y utlizarlos para hacer un ritual vudú con tu alma.
Ejemplos prácticos:
“Bueno mujeeeeeeeeeer” ese MUJER, ese tono de condescendencia A FULL“pero ya llegarááááá”.
“Mujeeeeeeeeer, pero eso lo dices porque no ha aparecido nadie especial”
Claro, especial como tú, no te jode.
“Lo bueno se hace esperar”
Como tu inteligencia.
“Tengo yo un amigo buscando novia queeeeee…”
Pues hazle un Tinder, ¿no?
“Oye y ese no te gusta”
No. Si me gustase, ya lo habrías notado. Y que me guste no significa que quiera exclusividad parejil y compromiso. Igual me gusta para un polvo. O igual no le toco ni con un palo. La vida.
“Es que lo que te pasa es que eres muy exigente y claro, así no se te arrima nadie”
Perdón por no querer pillarme a cualquiera, porque no me gusta cualquiera. Seguro que si fuera al contrario también me criticarías por tirarme a todo lo que se mueve.
“A ti lo que te pasa es que como no te entran ya lo das por imposible”
Tú qué sabes si me entran o no. Igual me entran y yo no quiero.¿Te lo habías planteado? Claro que no, cerebro de mosquito.
Ojalá nos empezásemos a plantear que hay gente que tiene otro tipo de prioridades como, yo que se, viajar, encontrar un trabajo brutal, vivir en distintas partes del mundo, formarse, o un montón de cosas más, que están antes de tener pareja. Digo yo.
E incluso que igual, igual, si la persona con la que estoy no comparte determinadas cosas, no es la persona con la que quiero estar. Y NO PASA NADA, COÑO.
Que las relaciones son de dos, y solo de esos dos, no de lo que pueda parecerle a cualquiera. No hay una ley universal, ni una configuración exitosa universal para todo el mundo.
Pesaos.