Cosas que me pasan

Medioconfinada, cocinitas y descansada

¿Estoy del coronavirus hasta el coño? Pues evidentemente. Mi reino porque esta pandemia pase y podamos volver a tener una vida normal sin sentir culpabilidad hasta cuando voy a por el pan. Pero bueno, como dice la niña, “es mejor eso que morirse”.

medioconfinada mejor eso que morirse

Echando la vista atrás, hace dos años era morena y la vida era muy distinta. No por ser morena, por otras cosas. Pero bueno, eso también es distinto. No había covid, no había blog, no había tienda online, no tenía pareja, no era sexóloga (aunque estaba en ello), las pandemias eran cosa de películas de terror apocalípticas…

Al menos esta crisis y el medio confinamiento en el que estamos ahora, me esta sirviendo para poner en orden otras cosas, como por ejemplo mi negocio (ella, emprendedora), organizar la agenda y cocinar. Sí, cocinar. Si estuviese completamente sola seguramente me alimentaría a base de pan, queso, y colacao con tostadas o cereales, porque me daría pereza hacer más.

Pero bah, ya que somos dos y que voy a estar aquí medioconfinada (y encantada) durante unas semanas… a una se le antojan ciertas cosas. Con lo que me gusta a mí lucirme cocinando, que en eso salí bien a mi madre. Una paellita de domingo, un pollo al horno, un guisito, un tomatico casero… y así me puse manos a la obra, poseída por el espíritu de mi yaya y el ritmo ragatanga, que cantaban Las Kétchup. Sin ser yo de kétchup ni nada de eso.

medioconfinada

También, descanso. Me agobia la situación, pero descanso. Trabajo y descanso. No hay bares ni nada que hacer fuera a parte de coger frío, así que a no ser que salga a dar un paseín si hace buen día, me levanto, hago ejercicio, teletrabajo y descanso. Sofacito, siesta. Voy a salir de esta pandemia con la piel pichí pichá por la calefacción, vale, pero sin ojeras. Y eso ya es mucho, que yo tengo un tipo de ojera Novia Cadaver de manual.

A veces, las cosas simplemente van a mejor. Menos el pelo, que está algo más estropeao. Pero no mucho.  Lo de teñirse de rosa, que va como va.

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