Deshazte de tu amiga lapa en tres cómodos pasos
Tener buenos amigos es lo mejor que te puede pasar en la vida. Las amiguis son vida.
Yo de amistades no me puedo quejar, siempre he tenido amigos excepcionales. Aunque de vez en cuando… alguno se cuela.
Ya sabéis de lo que hablo, porque lo hemos visto aquí anteriormente, hablo de esa amiga que en realidad no es tu amiga, es tu lapa.
No es tu amiga, no porque no le tengas cariño, sino porque ha dejado de serlo o vuestra relación no entra dentro de la definición de amistad.
Y mira, yo me cansé ya de aguantar chorradas.
Así que hoy voy a compartir toda mi sapiencia para que tú también sepas cómo deshacerte de las amistades tóxicas en tres cómodos pasos.
Fácil, sencillo y para toda la familia.
Paso 1. Identifica la amistad tóxica.
Más sencillo de lo que parece.
Ya lo hemos hablado en otras ocasiones. Identificarás a la susodicha por sus éxitos clásicos, como solo hablarte para quejarse de cosas que no existen y luego no te pregunte ni qué tal, que no tenga tu opinión en cuenta ni cuando te la pide, por ser muy egoísta o porque todos sus ex novios estén tarados de la cabeza.
Pero, sobre todo, la identificarás porque te da pereza. Mucha pereza. Te da pereza que te cuente sus dramas inexistentes una, otra y otra vez. Te dice de tomar algo y casi te apetece más tirarte por un acantilado. Te quieres arrancar los pelos (y no solo los de la cabeza) cuando ves que tienes un audio suyo.
En definitiva, te saca de quicio.
Lea el prospecto: El Paso 1 es versátil y depende de cada caso. Hay muchas maneras de ser tóxico o no ser buen amigo, aunque no te des cuenta. Analiza tu situación particular. Ministerio de España.
Paso 2. Dale una patada en el culo a tu amiga loca.
A tomar por el jander.
No me hables, no me escribas, no me llames.
No me cuentes tus dramas, a otro con la moto. Y córtala cuando tenga intención de hacerlo.
No te hablo de un desterramiento físico y consciente de tu vida, no te digo que no le vuelvas a hablar, sino más bien de un alejamiento funcional.
EJEMPLOS.
¿Tomar un café? Sí.
¿Qué me cargues la cabeza con tu basura? Mira, eso ya no.
¿Ir de compras? Vale
¿Qué te cuente mi vida? Paso, que todo lo llevas a tu terreno.
Y asín.
Paso 3. No mires atrás.
Te va a dar pena, sí. Esto es así y es real. De repente recordarás momentos vividos teñidos de melancolía como un flashback en blanco y negro con música de Adele de fondo.
Y dirás “¿me estaré equivocando?”
Este es el punto crítico, y la respuesta es bien sencilla: No. No te estás equivocando, querida.
Si en este momento clave decides recular y retomar esa amistad… Pues volverá a lo mismo. Aunque hables con ella y le digas lo que pasó, lo más probable es que 1) se enfade y/o 2) esté mejor un tiempo X para volver a las andadas y aprovecharse de ti a la primera de cambio.
Te dará pena, pero también te va a mejorar la salud, la autoestima y vas a poder disfrutar de más tiempo con gente que se lo merece más.