Cosas que me pasan,  El sexo y yo

Me pone (s)

Este lunes, día 2, que entramos en el frío diciembre y en nada en el invierno y luego la navidad, vengo a hacer una reflexión erótica.

Hace poco me topé, gracias a una amiga, con una mágica cuenta de Instagram: “Me Pone Ponerte”. La mecánica es sencilla: la gente cuenta cosas que les ponen, la persona detrás de la cuenta las escribe en trocitos de papel y sube fotos de los mensajes. Un currazo, vaya.

Me pone ponerte
Como dato curioso, los papeles son papeletas electorales.

La gente se abre, desde el anonimato y cuenta cosas. Cosas normales y corrientes, cosas concretas, cosas guays, en definitiva. Porque creo (repito, creo, y si encuentro de nuevo la cita la pondré aquí o rectificaré, o lo que sea) que fueron William Masters o Virginia Johnson quienes vinieron a querer decir que no podemos hablar de normalidad en la erótica, cuando en realidad no debería haber nada considerado lo normal.

Me pone ponerte

Me pone ponerte

Hace poco escribí para WeLoverSize un post sobre cosas que nos ponen a las tías (después de investigar con mis amiguis e inspirada, también, por las redes sociales), y algunas de ellas están en las imagenes de arriba. Porque las cosas que te ponen, te ponen. Y punto. Y te ponen a ti, no necesariamente a nadie más, y pueden ser lo que sea. Literalmente, lo que sea:

Me pone ponerte
Lo dicho, cualquier cosa.

@meponeponerte

Me pone ponerte
Normal.

Incluso lo mal que a veces hacemos las cosas.

Básicamente, me ha dado que pensar. Supongo que será un poco de deformación profesional, también.

Porque a mí me pone cuando lees, cuando eres responsable, cuando ayudas a la gente. Pero también hay otras cosas que me ponen. Me pone entender cosas que no entendía, me pone cuando se cargan al malo en una peli y se lo merecía, me pone leer a Edgar Allan Poe y me pone discutir.

Me pone ponerte

Y ten por seguro que la próxima vez que alguien me diga que «con este caracter no me caso en la vida» le voy a enviar esto:

@meponeponerte
«Quin isi quirictir ni ti quisis in li vidi». Pues toma caracter.

Nos ponen cosas muy extrañas, y nos ponen por motivos más extraños todavía. Precisamente, eso es lo que nos atrae, las diferencias, las cosas que cada uno tiene en particular. Gracias, @meponeponerte por devolver el foco a las peculiaridades en el loco mundo de las redes sociales. Cosas que hacen, que dicen, que se ponen, que se quitan, que piensan. Incluso la manera en la que hacen, dicen, ponen, quitan o piensan esas cosas.

Me pone ponerte

En palabras de Efigenio Amezúa: «Todos los encuentros deseables se mueven por peculiaridades, porque el otro no es cualquiera, sino porque ese otro nos atrae. Por ello, la atracción no es un fenomeno inteligible desde las patologias o la normalidad, sino desde las peculiaridades. Estas son las que salvan las largas distancias que van de un sujeto a otro«. Nos atrae «ese otro que es más otro que el resto de otros«, no cualquiera.

Me pone ponerte
El «no saben que sabemos que saben que lo sabemos» versión eróticofestiva: las complicaciones no tan complicadas del deseo.

Acabo con una frase de Gregorio Marañón, que la mayoría lo conoce por ser médico, pero también era sexólogo: «No sabrás todo lo que valgo hasta que no pueda ser junto a ti todo lo que soy«.

En definitiva…

Pd: Juro que no es publicidad. Es fascinación.

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