Querido diario: Nueva york, sueños y pesadillas.
Hace unos años me fui a la ciudad de las estrellas.
Ahora estoy en la ciudad de los sueños. La ciudad que ha inspirado series, películas, novelas, musicales, pinturas y obras varias. La ciudad donde vive mi ilustradora favorita. La ciudad que inspiró mi serie favorita. La ciudad que inspiró mi libro favorito. La ciudad que nunca duerme.
Estoy en Nueva York.
Estoy en Nueva York y la primera semana ha sido más un terror nocturno (con buen sabor de boca, no seamos dramáticas) que un bonito sueño, porque la vida es así, inesperada.
Estás un mes planificando un viaje que es una oportunidad y en las primeras 36 horas te pasa de todo: acabas en urgencias (Dios bendiga a los seguros de viaje. O condene la Sanidad Estadounidense, lo que ocurra primero), gastándote un porrón en antibióticos, se te estropea la cámara del móvil con un mes por delante, se te rompe la funda que fue un regalo, y te gastas dinero en un adaptador para el teléfono para el paloselfie que no funciona. Por que sí, YO SOY DE PALOSELFIE. Se tenía que decir y se dijo. Es algo que pasa cuando viajas sola, que quieres fotos y no tienes quien te las haga.
Además, por si fuera poco, te baja la regla. Porque no era suficiente con que los los antibióticos te den sueño. Encima te desangras y tu útero intenta matarte. Vamos, que de momento solo quiero dormir y mutar, así que menos mal que tengo un mes por delante aún.
Podrás pensar: si esto es un blog de humor, ¿a mí por qué coño me cuenta esto? El motivo es multiple:
En primer lugar, porque la ironía es muy graciosa. No veo a mi médica más de dos veces al año (eso si el año es malo y contando con que una tengo que ir obligatoria) y voy y me cojo una infección de orina (que he tenido dos veces en mi vida) justo en un país donde la sanidad es privada y super cara y los medicamentos te cuestan, literalmente, diez veces más que en España cuando no te lo cubre la seguridad social. Pues cuanto menos te da la risa.
A ver, en el momento no, pero ahora ya sí. Es gracioso.
En segundo lugar, porque he aprendido yo, que soy una neurótica de la organización, a dejar ir. No puedes planificarlo todo en la vida y menos cuando vienes a una ciudad como esta. Si te apetece hacer esto que tenías previsto para hoy, hazlo. ¿Que no? Tampoco te lo impongas, que tienes muchos días por delante.
Embrace the chaos, que dirían por aquí: las fotos con la cámara estropeada tienen su encanto, la funda sigue cumpliendo su función, la urgencia te la cubrió el seguro y los medicamentos pues mejor eso que morirse.
Con la regla no hay na que hacer. Pasarla. Es lo que toca.
Por último, a pesar de todo esto que acabo de contarte, escribo estas líneas en la biblioteca pública de Nueva York, en papel y con mi Parker grabado que fue un regalo. Vamos, que ni tan mal. Estoy en uno de los sitios más bonitos de la ciudad, rodeada de libros, monumentos y grabados de grandes escritores, haciendo lo propio.
Estoy escribiendo donde Carrie fue plantada por Mr Big en Sexo en Nueva York, por amor de dios. Encima llevaba un pájaro feo en la cabeza. Ya había comentado que es más tonta que barrer un desierto.
En definitiva, tendré mala suerte, pero tendré mala suerte en los niuyores y de casi gratis, que eso siempre lo endulza, y los dulces siempre son bien. Embrace the chaos. Stay positive. No seas Mr Wonderful. Igual este es el viaje de Schrödinger, donde todo sale bien y mal a la vez, para proporcionarme el niuyorker starter paq, la verdadera experiencia neoyorkina.
Eso es todo, queridas. Seguiremos informando, voy a ver si me hago un Samantha en Nueva York.