Humor

THAT GIRL: TODO LO QUE ME GUSTARÍA SER (PERO NO SOY)

Hay un reto por ahí por internés y por TikTok, que se llama el reto “that girl”. Consiste en intentar llegar a ser todo lo que el estereotipo de tía del año 2020/21 dice que debes ser.

Así que,  hoy voy a hablaros de todo lo que me gustaría ser.

Me gustaría ser de esas que se levantan media hora antes por la mañana, se maquillan, se planchan el pelo y se ponen tacones para estar todo el día fuera. También me gustaría ser de esas que llevan siempre las uñas impolutas. Impecables. Sin que se les levante ni 1 mm de pintura, ni se pinten por fuera.

Me gustaría ser de esas que se organizan tan, pero tan tan bien, que llegan a todo. Que no pierden el tiempo en redes sociales. Que sean capaces de trabajar 12 horas sin descanso frente al ordenador, llegar a casa, prepararse un baño de espuma, hacer la cena (un yogur y una manzana seguramente) y se van a la cama a las 10. Y a las 5 de la mañana, vuelta a empezar.

Me gustaría ser de esas que se levantan a las 5:00 de la mañana para ir al gimnasio antes de trabajar. Y que, además, se preparan un pedazo desayuno super elaborado con un montón de fruta, smoothies recién hechos, tortitas de avena y café recién molido.

Me gustaría ser de las que conjuntan las uñas con las gafas de sol, los zapatos y el bolso. Cada día, los 365 días del año. Incluso para ir a comprar el pan.

Me gustaría ser de esas que llevan siempre paraguas, que no les importa tener que cargar con él. Lo mismo con los clínex.

Me gustaría ser de esas, pero no lo soy.

A comprar voy con lo primero que me ponga, sin sujetador y a veces hasta en pijama. De peinarme ni hablamos.

Cargar con el paraguas me agota más mental que físicamente. Lo mismo, con los clínex. Y sí, además los llamo clínex, no pañuelos de papel. Me gusta pintarme las uñas, pero luego cuando se escarcha me da pereza quitarme el esmalte y estoy con él años y paños feísimo.

Me gusta dormir, así que no me voy a levantar media hora antes solo para maquillarme y eso que soy maquilladora. Mucho menos para ir al gimnasio, preparar smoothies y tortitas y luego maquillarme, todo antes de ir a trabajar. Ni de coña, vamos.

No tengo tanto dinero como para tener tantos esmaltes, gafas, zapatos y bolsos para llevarlos conjuntados todos. No tengo tiempo para cambiarme el esmalte escarchado, imaginate para hacerlo todos los días. Tampoco me veo capacitada para cenar solo un yogur desnatado y una manzana, porque no me parece lo más sano y si ceno eso me levanto a las 3 desfamiá.

También sé que por mucho que me organice, nunca voy a llegar a todo, porque tenemos los límites y mi cabeza es una chocolatera que no para de tener ideas de cosas que estaría bien hacer. Siempre hay algo que mejorar, y quien diga lo contrario, simplemente miente.

Además, me gustan las redes sociales. Me gusta trabajar en ellas y perder tiempo en ellas para desconectar. Me relaja ver videos mierder, de verdad de la buena.

Y por eso, el reto that girl me parece muy un poco una mierda. Porque sí, todas queremos mejorar y habrá cosas que queramos hacer, pero para cada una será importante una cosa, y entrar en un estereotipo de tía fitness que se levanta a las 5 y come manzanas, es otra cosa muy diferente.

Pero, coño, me gusta como soy. Hay muchas cosas que me gustan de mí.

Así que, mejoremos, pero de manera realista. Paso a paso sin frustrarnos. No caigamos en el dardo envenenado del reto that girl. Porque ya eres that girl.

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