El mundo se acaba en 2050
Llevo todo el verano dándoles el coñazo a mis amiguis porque dicen que el mundo se acaba en 2050.
Mucho me parece, visto lo visto. Pero bueno. La cosa es… yo en 2050 voy a tener exactamente 55 tacos.
¡¡¡¡¡55!!!!!!
El año que viene hago 25. QUICIR. Me quedan poco más de 30 años de vida (si es que llegamos a 2050 que yo cada día lo veo más negro).
Joder, que 30 años son muy pocos.
Pero bueno, como es lo que hay, no voy a pensar en que la voy a palmar antes de jubilarme porque somos gilipollas y el mundo se va a la mierda, que bastante me jode ya. Mejor voy a pensar en todo lo que quiero hacer antes.
Porque soñar, de momento, es gratis. Que de ilusiones vive el tonto de los cojones, vaya.
Pero …
¿que quiero hacer yo de aquí a los 55?
Pues me encantaría poner un pie en cada continente. Llevo dos, aun me quedan, y si puede ser más de una vez, mejor que mejor.
Quiero ayudar a gente, de una manera u otra. Me gusta hacer el gilipollas, pero también ser una buena samaritana.
Quiero tener chorricientos perros.
Me gustaría enamorarme como una quinceañera. Pero, mejor, con xeito, que dicen aquí en mi pueblo. Es decir, con cabeza, con juicio. Pero, sobre todo, con experiencia, con toda la experiencia que no tienes a los quince.
Quiero escribir un libro y un guión. Por lo menos escribirlo y poder decir que lo he hecho yo, que es mi trabajo. Luego si se publica, se distribuye o si llega a la pantalla, ya veremos. Pero hacerlo.
Quiero tener una casita con piscina. Así, como te lo cuento. Yo de este mundo no me voy sin un chalet.
Quiero probarlo todo, a vivir una temporada en una ciudad enorme y también una temporada en un pueblo. No en un pueblo cualquiera, claro. En el mío.
Así, todo esto, a bote pronto.
Que yo que se, igual podemos remocicar el planeta con un poco de esfuerzo, aunque lo dudo. Por eso, entre tanto… intentemos, de aquí a 2050, cumplir todos los puntos de nuestra lista que podamos.